martes, 18 de septiembre de 2018

Día 1: Vuelo y llegada a Disneyland

El viaje ha empezado con retraso. Se ve que cuando llueve, los aviones se mojan, y eso (simplificando mucho) ha hecho que hayamos tenido que esperar dentro del avión 1,5 horas, hasta que nos dieran pista. Podría haber sido peor: a la pasajera a dos asientos de distancia de Cristian, la azafata le ha vertido media botella de agua por encima. Así que sonríe y parpadea :)

Los Benito!
El vuelo, a parte de eso, ha ido bien. Lo malo es que ese retraso lo hemos arrastrado también para coger el Magical Shuttle, que nos ha llevado desde Orly al hotel.

Os podéis creer que Cristian no ha visto ese Mickey tan grande??
Tras el check-in (nos hemos sentido importantes, cuando el valet nos ha cogido las maletas), hemos ido a comer con un hambre de caballo (esperábamos llegar a las 12h, y hemos llegado pasadas las 14h). Y hemos comido... pues no sabemos qué hemos comido; algo caliente con queso y jamón dulce.

Tras recuperar energías, hemos empezado a disfrutar las atracciones. La primera, el castillo de la Bella Durmiente.


Debajo del castillo, hemos visitado la gruta del dragón. Ahí, Nico se ha asustado un poco xD (preguntaba a qué hora cogíamos el avión de vuelta)

La siguiente parada, hemos subido a la atracción de los cuentos de Blancanieves y de Pinocho. Ambas consistían en subirse a un trenecito y meterse por unas habitaciones (bastante oscuras) donde te explicaban (más mal que bien) los cuentos.

De ahí, y animados porque las colas no llegaban a 10 minutos en ningún lado, nos hemos ido a una de las atracciones TOP del parque: "it's a small world". La cola no ha llegado ni a... es que no hemos hecho cola!! Todo el mundo conoce esta atracción, o más bien dicho, su música pegajosa pegadiza. La atracción consiste en navegar con un barquito por los distintos países del mundo, mientras unos hobbits cantan sin parar.


A continuación, hemos seguido rodeando Fantasyland, y hemos hecho un crucero a través de escenas de cuentos, y hemos subido a bordo del trenecillo del circo de Dumbo, que viene a ser una mini montaña rusa light soft smooth para menores de 7 años.

Al fondo, el castillo de la Bestia y la villa de Bella
Al salir del tren, ha comenzado la cabalgata de los personajes de Disney. En el post de consejos que haremos (aquí irá un link) ya os diremos dónde poneros. Nos ha gustado más de lo que nos esperábamos. Y aunque hemos echado en falta a algunos personajes (¿dónde estaban Quasimodo y la mayoría de Pixar?), las carrozas son muy chulas.


Entonces nos hemos ido al laberinto de la Reina de Corazones (un clásico).



Tras perdernos en el laberinto, y volvernos a encontrar, nos hemos ido al país de Nunca Jamás, a bordo de un barco pirata volador. Y ya que estábamos de piratas, hemos ido a Adventureland, para subir a otra de las atracciones más famosas: la de los piratas del Caribe (sí, Jack Sparrow estaba por ahí, paseándose por la atracción).

De regreso ya al hotel, hemos paseado por Agrabah, donde hemos podido ver una exposición de cuadros que explican el cuento de Aladdin, y hemos podido frotar la lámpara maravillosa.




Por último, hemos cenado en el restaurante del hotel... bueno, lo intentábamos, porque continuamente se pasaban los personajes de Disney (Mickey, Minnie, Goofy, Donald, Gepetto y Tiger) y se comía a trompicones, con tanta foto.









Lo mejor del día: que no hay colas. Lo máximo que hemos esperado, son 10 minutos, en un par de atracciones. El Fastpass del hotel (no el de las entradas) nos ha ahorrado la cola del Peter Pan's Flight. Esta atracción es la que más nos ha gustado, por cierto.

Lo peor/la decepción del día: El retraso del vuelo, que ha hecho que se nos hiciera largo un viaje que no lo era tanto.

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